01/05/2024EDUCACION

Se jubiló Mónica Ferreyra del nivel Inicial: “No tengo más que palabras de agradecimiento para todos, porque lo que hice fue con mucho amor, sentimiento y vocación”

El 30 de abril fue el último día de trabajo de Mónica Ferreyra en el Jardín de Infantes del Pueblo Santa Trinidad y consultada al respecto se mostró emocionada y muy contenta por su jubilación.

“Son sentimientos encontrados. Hoy decidí venir temprano y estar todo el día, despedirme de todas mis compañeras, de todos los chicos. Ya vengo desde hace muchos días con muestras de cariño y agradecimiento de los padres. Uno pone en la balanza que llegó el momento de poder descansar y disfrutar del tiempo libre, pero también surge esto que uno ha dado todo por la docencia. El Inicial es mi nivel, trabajé toda mi vida aquí y entonces ahí es donde se producen estos encuentros de sentimientos que son inevitables”.

En el homenaje que recibió el año pasado en Santa Trinidad expresó que “si nacería de vuelta volvería a elegir esta profesión”: “Mis padres siempre me recuerdan que cuando era chica jugaba a ser la seño. Cuando era chica decía que quería ser maestra jardinera y lo logré” relata emocionada. “Di todo lo mejor que pude dar, con mucho amor porque creo que el nivel Inicial merece esto, que los chicos estén contenidos, que reciban mucho amor, que se diviertan, y creo que en todo momento lo hice, en el aula y también siendo directora”.

Consultada sobre lo que le ha dejado todo este tiempo, Mónica Ferreyra dijo que “muchas huellas hermosas. No tengo más que palabras de agradecimiento para todos, porque todo lo que hice fue con mucho amor, sentimiento y vocación; lo que siempre les expresé a mis alumnas, porque de esta manera los resultados son otros, porque no pesa, es lo mejor que les puede pasar cuando uno elige la docencia”.

Al poner un cierre en esta etapa tan significativa en su vida, indicó que “sin la familia es muy difícil, siempre lo digo. El sacrificio que han hecho mis padres es muy grande. También mi esposo que ha sido mi amor y mi compañero, y mis hijos que estuvieron muy presentes”.

Ahora queda disfrutar de esta jubilación, con la satisfacción del deber cumplido de una manera muy comprometida.