“Que entre la transformación y que salga el servicio hacia alguien”

El diácono Diego Areán expresó un sentido mensaje en este tiempo de Cuaresma, invitando a la reflexión y a la paz interior: “Más allá de sentirse o vivir como cristiano, son días especiales para mirar adentro y frenar un poco, como resultado de la locura en que vivimos” dijo en la 101.3.

En ese sentido, opinó que “son tiempos para aprovechar y para estar mejor y ser más plenos”, y recordó que se conmemora la muerte de Jesús, siendo la última palabra conmemorada el Domingo de Pascuas.

Por otro lado, y con la intención de dirigirse a los cristianos, pero también a quienes están más alejados de la Iglesia, dijo: “El tiempo de Cuaresma, que culmina el Jueves Santo, tiene dos signos muy interesantes, uno con el que se inicia y otro con el que se termina. Ambos, claves para nuestra vida: la ceniza, que es símbolo de mirar hacia adentro lo que hay para transformar, sin culpa sino con amor y ganas de cambiar; por otro lado: el agua, que se representó en el lavatorio de pies, un signo de servicio y que lindo tener en cuenta ambas actitudes”, invitando mirar hacia adentro y hacia afuera para considerar los movimientos semejantes a los del bombeo del corazón: “Que entre la transformación y que salga el servicio hacia alguien”. 

Sí reconoció que hay mucho por hacer, lo importante es ver dónde hay indicios para comenzar y mirar a los demás puede contribuir.

En ese punto, e independientemente de si se come o no carne el Viernes Santo, el entrevistado destacó (y aclaró) cuánto más importante es romper los círculos de odio, de venganza, de enojo e ira: “Quizás la clave está en pensar en mis círculos de odio y es algo que nos va a hacer bien también en lo personal. Es algo urgente porque nos vamos desintegrando como comunidad” cerró Diego Areán, invitando a generar diálogo y escuchar al otro.